Una sorprendente novedad está tomando lugar en La Habana: la fabricación de bicicletas de bambú a través de proyectos ecológicos promovidos por empresas privadas como Vélo Cuba, así como entidades europeas como la Embajada de Holanda, la organización española Bambookoa y la Oficina del Historiador de La Habana.
Entre los clásicos automóviles y ciclomotores que los cubanos utilizan para desplazarse por la capital, La Habana, un nuevo tipo de medio de transporte está ganando popularidad en las calles: bicicletas de bambú fabricadas por un taller local.
Vélo Cuba, una tienda de bicicletas, produce estas opciones ligeras y respetuosas con el medio ambiente como parte de un programa financiado por la embajada de los Países Bajos en el país.
El taller ha contado con voluntarios, desde amas de casa hasta miembros de la comunidad sorda, para enseñar a los residentes cómo fabricar y reparar estas bicicletas. Ya se pueden ver estas bicicletas siendo paseadas por visitantes en el zoológico de la ciudad.
Cuba cuenta con 28 especies de bambú, dice Nayvis Díaz, fundadora de Vélo Cuba. Afortunadamente, aquí tenemos las dos o tres especies necesarias para fabricar estas bicicletas.
Es importante para nosotros aprender un oficio, dice Yaquelin González, quien es sorda. Esto nos ayudará en el futuro. Algunos de los participantes del curso de Vélo podrían ser contratados por la tienda de bicicletas en el futuro, menciona Díaz, o podrían abrir sus propios pequeños negocios.
Las bicicletas de bambú ofrecen una alternativa sostenible y local para la movilidad en la isla caribeña, al mismo tiempo que generan oportunidades de empleo para los residentes. Con el creciente interés en la sostenibilidad y la ecología, este tipo de iniciativas pueden marcar una diferencia positiva en la vida de los cubanos y en el entorno en el que viven.