En 1989, el cine cubano vio nacer una obra que se convertiría en un icono: La Bella del Alhambra, dirigida por Enrique Pineda Barnet y producida por la Productora ICAIC. Basada en la novela Canción de Rachel del escritor cubano Miguel Barnet, la película nos traslada a la vida artística de La Habana entre 1920 y 1935.
Desde su clausura en el Décimo primer Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, «La Bella del Alhambra» ya se perfilaba como una obra maestra. La propuesta de Pineda Barnet, a pesar de ser un desafío en el género musical, se destacaba por su cuidado extremo en cada detalle y un equipo altamente profesional que respondía magistralmente a las demandas de este tipo de cine.
Las expectativas se cumplieron: la crítica elogiaba la película y el público la aclamaba. Colas interminables se formaban para apreciar esta obra cinematográfica. Beatriz Valdés, la joven actriz que encarnó a Rachel, dedicó horas de preparación en canto, baile y ensayos, demostrando su dedicación y talento en este desafío musical.
Con un elenco estelar que incluía a Omar Valdés, César Évora, Verónica Lynn, Ramón Veloz y otros talentosos actores, «La Bella del Alhambra» se destacaba no solo por su historia, sino por la cuidada dirección técnica, artística y de más. Los escenarios entre La Habana y Pinar del Río, junto con el vestuario de época, transportaron al público a la atmósfera vibrante y artística de la época.
La película recibió múltiples premios, incluyendo el Goya en España en su cuarta edición y en Puerto Rico en 1991, consolidándose como una joya del cine cubano que aún hoy es recordada y apreciada en festivales alrededor del mundo. La Bella del Alhambra es una obra maestra que ha dejado una huella imborrable en la historia del cine cubano y fuera de la Isla.