Hasta dónde pueden llegar los cubanos – No tienes idea

Hace poco encontré un comentario en un artículo que mostraba la sorpresa de ver a una cubana con David Guetta. Este asombro no debería ser inesperado, ya que, en realidad, parece que no hay rincón en el planeta donde no haya dejado su huella un cubano, y la contribución de los cubanos al mundo va más allá de lo que podríamos imaginar.

Un caso destacado es el de Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, quien fue criado e inspirado por Miguel Bezos, un cubano de Santiago de Cuba, a quien Bezos no deja de expresar su agradecimiento cada vez que tiene la oportunidad.

Este es solo un ejemplo de la influencia cubana en lugares inesperados. Desde emprendedores millonarios hasta profesionales destacados en diversas disciplinas.

Jorge Pérez Foto: latinoleaders

Jorge Pérez, un destacado desarrollador inmobiliario, encabeza la lista de cubanos exitosos, con una fortuna que se estima en unos 700 millones de dólares. Figuras como el diseñador Narciso Rodríguez con unos 100 millones, el dueño de Greenway Ford Frank Rodríguez con más de 500 millones y el actor Andy García también han dejado su marca, acumulando fortunas millonarias. Incluso en campos no tradicionales, los cubanos se destacan, ya sea como profesores en universidades de Australia o propietarios de empresas en Alaska.

Andy García Foto: latintrends

Sin embargo, el verdadero impacto de los cubanos va más allá de las cifras y las fortunas acumuladas. Su laboriosidad y determinación los han llevado a superar obstáculos y desafíos en todas las esferas de la sociedad. Yandy Núñez Martínez se convirtió en el primer cubano en coronar con su bandera natal el monte Everest.

Ana María Polo Foto: Ana María Polo, instagram

Ana María Polo es la presentadora cubana del programa hispano más popular del mundo. En el ámbito profesional, la medicina, el deporte, la prensa, la banca, la publicidad, la educación y más, los cubanos han dejado su marca en el mundo.

Pero el corazón de la diáspora cubana late con fuerza por su amor a la tierra que dejaron atrás. Aunque hayan encontrado éxito material en sus nuevos hogares, la conexión emocional con Cuba persiste. Es evidente en la nostalgia que sienten, en la forma en que mantienen vivas las tradiciones cubanas, desde la música hasta la comida.

La diáspora cubana es única en su resistencia a perder su identidad a lo largo de décadas. Aunque han construido nuevas vidas en diferentes partes del mundo, los cubanos no han olvidado sus raíces ni renunciado a su nacionalidad. Este apego a la patria se manifiesta en el deseo constante de regresar, incluso cuando la realidad de Cuba ha cambiado y las huellas del pasado se han desvanecido.

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