En la actualidad, algunos individuos optan por brindar su ayuda, mientras que otros deciden abstenerse, ya sea por limitaciones personales o circunstancias que lo justifiquen. En un ejemplo de solidaridad, dos camareros de un establecimiento gastronómico en La Habana demostraron un admirable acto de humanidad. En el céntrico bulevar de San Rafael, presenciaron cómo un joven con discapacidad se desplomó en la calle debido a la falta de alimentación.
Fue el popular youtuber, conocido como Vámonos con Juanka, quien presenció este conmovedor suceso y decidió compartirlo en sus redes sociales, inspirado por el gesto humanitario de los compatriotas.
Ver esto hoy en La Habana me ha llenado de orgullo y de la esperanza de que todos los cubanos no estamos perdidos. Verlo en tiempo real te engrandece el alma «no sé cómo explicarlo».
La narración de Juanka detalló cómo los dos trabajadores gastronómicos, encargados de atender a los turistas del lugar, se apresuraron a socorrer al joven, que presentaba limitaciones significativas en sus extremidades superiores. Lo condujeron a una mesa del establecimiento, lo tranquilizaron y averiguaron su estado. Rápidamente, sin titubear, le proporcionaron un refresco y un dulce, evidenciando que el problema subyacente era la falta de alimentación.
El joven, según el relato de Juanka, se dedicaba a recoger botellas de plástico en La Habana, que luego vendía para ganarse el sustento diario. En medio de una realidad caracterizada por la escasez y las dificultades, este acto de generosidad es un destello de luz en la oscuridad que no debe pasar desapercibido.