Para los aficionados a las películas animadas llenas de humor, sarcasmo e ingenio, Vampiros en La Habana, dirigido por Juan Padrón se convirtió en un fenómeno durante su estreno en cada cine de la Isla. Es el segundo trabajo animado de Padrón, conocido por ser el creador de Elpidio Valdés.
La trama de la película se sumerge en una conspiración entre dos bandas de vampiros, «Capa Nostra» en América y «Grupo Vampiro» en Europa, que buscan apoderarse de una fórmula creada por Berndhart Amadeus para resistir la luz del sol, cada una con sus propios intereses.
En medio de esta guerra vampírica se encuentra Kenny Joseph Emmanuel (Pepito), sobrino de Berndhart, quien, desconociendo su naturaleza vampírica, se convierte en el vivo testimonio de la eficacia de la fórmula.
Producida por los Estudios de Animación del ICAIC de Cuba, en colaboración con TVE de España y DURNIOK de Alemania, la película cuenta con un guión de Juan Padrón y Ernesto Padrón. «Vampiros en La Habana» se ha convertido en un clásico, alcanzando el estatus de película de culto y ganando popularidad no solo en Cuba, sino también en otras naciones latinoamericanas y en España.
Este filme del ICAIC, seleccionado como una de las mejores películas hispanoamericanas del siglo XX por críticos iberoamericanos, destaca como la única película de animación en dicha lista. El éxito de la película llevó a Juan Padrón a dirigir una secuela en 2003, titulada ¡Más Vampiros en la Habana!, consolidando aún más la posición de esta obra maestra animada en la historia del cine cubano y latinoamericano.